Sunday, September 27, 2009

VIII

—¡Danna!— La voz de Angelo rompió el silencio en las cuatro esquinas del parque. Helena y yo nos acercamos a Angelo y para mi mala suerte estaba con Fernanda, hace dos semanas atrás ella y yo hablamos por messenger y tal vez, quizo intimidarme, me dijo:




— Hola!



Yo respondí: Hola..



— Que tal, como estas?



Yo dije: Bien muy bien! y tu? como estas?



— Bien también.



— Oye una pregunta!



Amablemente, respondí: si claro, dime.



— En qué andan TÚ y mi hermano?



Asombrada e incómoda, me atreví a decir: lo qe haya o no haya entre TU HERMANO Y YO! es asunto nuestro, por el momento nos estamos conociendo y yo no le veo nada de malo a una amistad que recién comienza.



— Ah... pero porsupuesto que se están conociendo, pero yo sólo te pregunto.



Comenzando un ataque de histeria, escribo: Creo que no sólo estas preguntando, estás especulando otras cosas.



— No, para nada, pero veo que se hablan bastante y tú le tienes un sobrenombre.



Histérica, pero tratando de ocultaarlo: sí, es verdad, pero YO NO LE VEO NADA DE MALO, pero que hermana para más celosa.



— Así soy yo! si quieres preguntale a todos!



Calmada, pero molesta: Yo no tengo que preguntarle nada a nadie, Nicolás es mi amigo y no deberías preocuparte en lo que pueda pasar, aparte, él es bien grandecito y sabe lo que hace.



— Bueno, yo sólo te digo una cosa: mi hermano es muy diferente a todos los demás.



Confundida, pregunto: A qué te refieres?



— Olvídalo, sólo te digo eso!



— AH! una cosa más, no le digas a Nicolás Alonso que hemos hablado.



Confundida y otra vez molesta, digo: Pierde cuidado, adiós.



— Bye.




Después de esa conversación, me quedé pensativa, confundida y fastidiada, ¿ Cómo se atrevió a decirme eso ?, Mi hermano es muy diferente a todos los demás, ¿ pero qué se cree esa trompita ?, pues esa frase rezonaba una y otra vez en mi cabeza, traté de interpretarla y saqué dos conclusiones: O Nicolás es un chico de uno en un billón o simplemente es un careta igual que todos. Esas dos ideas me carcomieron los siguientes días, pero apesar de eso nada podía matar la ilusión y tal vez el amor que siento por Nico.



Olvidé todo lo que estaba pensando por que lo ví venir, me saludó y se quedó conmigo, Helena, Angelo y Fernanda.



Como a eso de las 7, pues habían transcurrido 2 horas y algo más, me dieron ganas de ir al baño, por culpa del frío siempre me da ganas de hacer pipi, y como estabamos en un parque es obvio que no hay baño, y muy discretamente le digo a Helena que necesiito los servicios y ella muy buena gente, irónicamente por supuesto, no sé si publicar es la palabra correcta, pero digamos que Nico la escuchó y creo que también el resto del grupo, pero de algo bueno sirvió porque Nico se ofreció a prestarme su baño. No me había dado cuenta de qe Fernanda no estaba, recién lo noté cuando estabamos llendo a casa de Nico y Fenanda salía con su amiga María José ( más conocida como Pepa y ser la relación más larga de Ricardo ), en realidad más lo note cuando ella dijo:
— A dónde van ?
— Le voy a prestar el baño a Dannie — dijo Nico, y lo adoré por llamarme Dannie, sonó tan dulce.
— Ah, esta bien, cuidado ah!





¡CÓMO SE ATREVIÓ A DECIR ESO?, eso sí fue el colmo de todos los colmos. LA QUIERO ASESINAR.

¿Pero qué pretende tu hermana? — dije — No le basta con hacerme la vida imposible por el messenger, pero no, también tiene que joderme cuando me ve, se cree muy mala.

No te molestes Dannie, a mi también me ha jodido, no se que le pasa no tiene porqué ponerse así. — Nico dijo sonando un poco fastidiado.

Dentro de su casa, entré al baño, salimos de la casa abrazados, hablando de su chompa, que me gusta mucho. Nos sentamos en una banca del parque un poco alejados del bullicio de sus amigos, hablamos de muchas cosas, personales como públicas, de nuestros amigos, de el colegio. Hasta que uno de sus mejores amigos se acercó:

—Va a venir Carolina, ¿ te acuerdas de ella?— Preguntó

— Sí, claro, no olvido que derramó su Coca-Cola en mi pantalón...— Respondió Nico con un tono sarcástico.

Jaime soltó una carcajada y continuó su conversación.— Sí, ella, quiere que la acompañe a comprar un regalo a su hermano, ¿ te moleste que me ausente por un par de horas ?— Le preguntó.

Nico sonrrió y le contestó—No para nada hermano, anda y mándale saludos de mi parte.— Una sonrrisa macabra se asomó a mi rostro, ya no nos molestaría y podríamos seguir hablando como hace un momento.

—Nos vemos más tarde, bye Danna.— Se despidió Jaime, dejandonos solos, pero eso era lo que yo creía.
Todos los que estaban en la esquina decidieron acercarse a nosotros, y nos atestamos de gente otra vez. Me sentía tan cohibida. Me quería ir. Quize ver la hora y no encontraba mi celular, no estaba en los bolsillos de mi pantalón. Que fregada mi mamá me iba a matar. Nico se dio cuenta de mi lenguaje corporal, acercó su boca a mi oreja y me dijo:
—Aún no pierdes tu celular, lo tengo yo. ¿Recuerdas?— Y se alejó muy sutilmente.
Era cierto él lo tenia, me lo quito porque debido a mi nerviosismo se me caía de las manos y hasta mis bolsillos. Eran las 8:16 p.m aún era temprano.

—¿Qué pasa?— Le pregunté a Helena que lucía muy nerviosa.
— Nada, Julián se ha molestado porque he venido y cree que Paul está acá. Encima me ha gritado, no sé qué le pasa.— Empezó a hacer circulos con el pie, de veras estaba nerviosa.— Acompáñame a su casa. Voy a terminar con él.— Sentenció.